El Arca de Noé es una casa que a lo largo de su existencia se ha disfrutado en familia. Su historia empezó con la historia de las Brisas. El lote se lo dieron a mi abuelo, el notario Noé Graham Gurria, como pago por haber lotificado el fraccionamiento.

La casa se estrenó en 1956 y desde entonces ha sido la sede de vacaciones familiares, pedidas, compromisos, años nuevos, navidades e incontables anécdotas. Las vistas, la comida, la comodidad de cada rincón, a esta casa definitivamente se viene a disfrutar y a romper con la rutina diaria de la vida. Desde hace 65 años el Arca de Noé ha sido un escape para todos nosotros.

En sus inicios tuve el privilegio de disfrutarla como nieta y ahora la disfruto con mis nietos. Para nosotros lo más importante es que la casa se siga disfrutando en familia, con alegría risas, entre amigos. Que siga siendo un espacio de reunión para grandes y chicos.